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viernes, 8 de mayo de 2009

un milagro de Iniesta los lleva a Roma


"Dios es colombiano". Así se narró el gol de Freddy Rincón en el minuto 90 del Colombia-Alemania del Mundial de 1990. Pero el ser superior no tiene colores. Los héroes del último minuto cambiaron la historia del fútbol. Iniesta pone seda en la lista.

Ese tic-tac caprichoso e imparable se ha aliado con futbolistas tan dispares como Higuaín o Schwarzenbeck, Roberto Baggio o Solskjaer, Nayim o Tamudo, culpables de que las fiestas cojan las maletas en una décima de segundo. El fútbol es así.

En el libro de la Liga hay goles que transformaron su destino. Tamudo varió en el Camp Nou la Liga del 2007. Esa temporada se inauguró la zona Higuaín, territorio donde el argentino liquidó en la última jugada los partidos ante Espanyol y Osasuna. Este año lo hizo ante el Getafe. En 1981, Zamora dio la Liga a la Real Sociedad y se la quitó al Madrid con un gol en El Molinón.

En la última Eurocopa, Villa provocó que Luis Aragonés se paseara por la banda con los puños como un superhéroe por su gol a Suecia. Los partidos de Turquía no duraban hora y media. Así se cargó a checos y croatas, pero luego cayeron con los alemanes en semifinales.

Entre el 'Dios es colombiano' y el territorio de Higuaín

En Copa de Europa o Champions ha habido momentos que fueron la hos..., como diría Iniesta. El Manchester United abrazó en el 99 todos los ángeles del Camp Nou. En el último minuto, Sheringham y Solskjaer, le otorgaron un trofeo inolvidable mientras los jugadores del Bayern se arrastraban por el césped consolados por Collina. En 1974 un zapatazo de Schwarzenbeck quitó la Copa de Europa al Atlético. El Bayern forzó así el desempate.

La Recopa del 95 (Zaragoza-Arsenal) se decidió con un voleón de Nayim desde el centro del campo cuando los calambres de la prórroga abocaban a los penaltis. El Bayern empató en la UEFA del año pasado al Getafe con el inacabable Luca Toni. Kahn aseguró que no había vivido algo así en 40 años. Era la euforia, porque él había sido la víctima del United en el 99.

Italia vive una relación de amor y odio con el reloj. En el 2006 ganó la semifinal del Mundial a Alemania con un tanto de Grosso en el minuto 119; en el Mundial del 94 empató a Nigeria en octavos con gol de Baggio; en la final de la Eurocopa del 2000 en los Países Bajos, el francés Wiltord tocó el último balón y llevó el choque a la prórroga.

La próxima gran cita es la final de la Copa del Rey. El Barça ganó la finalísima de 1983 al Madrid gracias a un cabezazo de Marcos. Un precedente que no tiene interpretación. Dios no entiende de colores. De momento.

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